Está es la tercera y última entrega de nuestra visita al Salón Vinoro, que nos dio la oportunidad de conocer y descubrir grandes bodegas y magníficos vinos, fruto de un largo y laborioso trabajo. Hasta ahora hemos presentado vinos de Zaragoza, Argentina (Malbec), La Rioja, Portugal (zona de Setubal) y Ciudad Real (Vinos de Pago). Hoy nos vamos a ir la zona de Alicante con grandes moscateles, un tinto de Ribera y de Toro elaborado con barricas de origen español, un gran verdejo de Rueda y vamos a acabar en Zamora, con los vinos de Heredad de Urueña y su espectacular Moisés.
Bodegas Xaló remonta sus orígenes a 1962, cuando un grupo de catorce agricultores se asocian dando lugar a la Cooperativa Valenciana Virgen Pobre de Xaló. En la feria, Daniel Fullana, el delegado de ventas, nos presento cuatro vinos de la bodega, dos blancos, un vino dulce (espectacular) y un vino de licor. Comenzamos la cata con Vall de Xaló blanco joven, monovarietal moscatel, buena intensidad aromática (cítricos, flores blancas) con un paso en boca ligero y refrescante. Pasamos al vino ganador del oro en el Premio Mezquita, Bahía de Denia. De la variedad Moscatel de Alejandría, los aromas afrutados (cítricos, melocotón) y florales (azahar, jazmín) nos conquistan para culminar con una paso elegante, fresco y muy goloso, con un punto dulzón y un RCP excelente. Por último probamos Mistela Moscatel, la variedad dulce elaborado con el mosto flor que nos sorprendió por su paso ligero a pesar de su volumen y densidad (en ningún momento nos resulto empalagoso) y el Mistela Tinta, con un sabor mucho más intenso y complejo, destacando la fruta madura y confitada.
Acontia es un proyecto personal de Maite Geijo y su marido, Roberto Martín, que en 2006 decidieron iniciar este gran proyecto con la premisa con una única premisa: elaborar los únicos vinos con crianza en barricas de roble español en Ribera del Duero y Toro. Comenzamos catando el vino premiado con Bacchus Oro en 2014, Acontia 12 meses de Ribera del Duero, un vino que destaca por su aroma intenso y afrutado, con toques de especias y torrefactos, siendo en boca muy ligero y sútil, de gran estructura y un final largo. El vino de Toro esta elaborado principalmente por Tinta de Toro y una pequeña aportación de Garnacha, con una paso de 12 meses por barrica, destaca por su intensidad aromática, frutos rojos maduros, tostados, y en boca es carnoso, con mucho volumen pero de recorrido amable y un suave amargor final.
Nos vamos a Rueda, concretamente a La Seca, con Teodoro Recio, una bodega de tradición familiar cuyo origen data de 1948, siendo el abuelo de los actuales dueños el fundador de la bodega. Comenzamos probando Robeser, el vino premiado con el Oro en Monovino 2016. Un monovarietal verdejo que procede del Pago del Barco Briones, con 17 años de edad. De gran intensidad aromática (fruta blanca, cítricos, tropicales, herbáceos, toques balsámicos), en boca es fresco y afrutado, gran equilibrio y perfecta acidez. La variedad de verdejo estaba muy marcada, con un final algo armago. Nos guste mucho este vino. Luego catamos Clauma, que procede del Pago Montepedroso con viñedos de 30 años de edad. De buena intensidad, donde destaca la fruta de hueso y los cítricos, en boca es más intenso y complejo, buena estructura y perfecta acidez.
Saltamos a Heredad de Ureña, donde Isabel León, la directora general de la bodega, nos presento de manera excepcional su gama de vinos, con arte y pasión. Comenzamos catando Santo, en sus variedades de Tempranillo y Merlot. La variedad de Tempranillo obtuvo el Zarcillo de oro en 2013 y la medalla de Oro de Monovino en 2014. Con una crianza de 10 meses en barrica, destaca por su aroma afrutado, con toques de ciruela, confitura, regaliz, con un paso en boca intenso, con cuerpo, muy buen equilibrio donde la madera y la fruta se integran de forma perfecta. La variedad de Merlot es mucho más intenso y complejo en nariz, con aromas a frutos negro maduros con recuerdos especiados y balsámicos (canela, pimienta negra, tabaco). En boca destaca su paso elegante y sensual, apreciando todos las notas de la fase olfativa, gran equilibrio y un final muy largo.
Y terminamos con su joya de la corona, Moisés, 100% tempranillo con una crianza de 18 meses en barrica nueva de roble francés. Moisés es un vino con mucha personalidad, con una intensidad aromática brutal y en boca es sabroso, sedoso… es todo un espectáculo. Como dijo Isabel, el vino va evolucionando a medida que está en contacto con la realidad, tanto en nariz como en boca, pero el resultado es el mismo, impresionante.
Y de esta manera acabamos nuestra cita en el salón Vinoro, que nos ha aportado grandes descubrimientos y que hemos disfrutado de manera excepcional. Nos vemos en la próxima feria!!!!
