La Montesa es todo un clásico de La Rioja que a lo largo de las últimas añadas ha ido retornando a su identidad histórica, donde la garnacha es la principal protagonista y procedente de un bodega que goza de un clima claramente mediterráneo por su localización, dotando al vino de una frescura y vitalidad que hará las delicias de las comidas más exigentes. La Montesa es un vino alegre, fresco y muy frutal, con un paso ligero en boca y un final largo. Magnífica garnacha de Álvaro Palacios, que retorna a sus orígenes pero con un carácter claramente moderno.
Palacios Remondo es una bodega plenamente familiar (lígada al mundo del vino hace más de 150 años) que remonta sus orígenes a 1945, cuando José Palacios se decide a plantar una selección de las mejores variedades de la Rioja. Con visión de futuro, forma a alguno de sus hijos y en el año 2000, tras su muerte, son Álvaro y Chelo los que se encargan de la dirección de la bodega.
Ubicada en Alfaro, en la parte oriental de La Rioja, la bodega se extiene a lo largo de 100 hectáreas de suelo arcilloso y carbonato cálcico a los pies de la sierra de Yerga, a una altura aproximada de 500 metros. El clima es notoriamente mediterráneo, siendo el calor abundante en la zona y las precipitaciones mucho más escasas que en la Rioja Alta. Ésto se traduce en que la garnacha es la variedad principal de la bodega, por sus resistencia al calor, frente al tradicional tempranillo de la región.
La Garnacha y el Tempranillo son los protagonistras principales de La Montesa, con una pequeña aportación de Graciano y Mazuelo. La vendimia se realiza manualmente, en horas de poco calor, con la intención de mantener la frescura de la uva, tras lo cual se procede al despalillado y selección antes de proceder a la maceración y fermentación del vino. Finalmente envejece en barricas de roble francés y americano durante 12 meses.
Con la elegancia y distinción que marca la botella estilo Borgoña y bajo una imagen moderna del Monte de Yerga, cuando descorchamos el vino ese color rojo cereza con un tono rosáceo y ribetes granates nos invade de forma brillante, con suavidad y elegancia. En nariz la fruta roja madura nos inunda de aromas y sensaciones, con toques florales, donde las notas balsámicas y las hierbas aromáticas nos aportan una frescura y vitalidad que combinan a la perfección con la madera y los tostados.
En boca La Montesa es una explosión de fruta y sensaciones, muy sabroso, con una paso en boca suave, sedoso, mostrandose fluido, fresco, vibrante, con una leve presencia de la madera perfectamente integrada y un final largo y persistente, mostrando equilibrio y gran estructura. En esta ocasión maridamos el vino con rabo de toro y fue perfecto. Carnes rojas, platos de cuchara, caza o quesos de intensidad media combinarían a la perfección.
En definitiva, La Montesa es un vino delicioso, que añada tras añada recupera parte de su historia, pero que con un toque de modernidad que le aporta elegancia, vivacidad y frescura nos retiene y apasiona. Un vino que conserva el espíritu de los grandes clásicos de Rioja pero con un toque renovado, moderno, máxima expresión de la garnacha riojana y del clima mediterraneo, que riega con su frescura y vitalidad la finca de La Montesa.
