Enofusión es una visita obligada para todos los amantes del vino. Desde hace 6 años se celebra en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid y a lo largo de tres plantas tienes todo un mundo que recorrer, donde no sólo el vino tiene su espacio, sino también la gastronomía de diferentes regiones y multitud de actividades y talleres que hacen de Enofusión una de las grandes citas vinícolas del año y que hay que marcar con fuego en el calendario.
El vino es el principal y auténtico protagonista de la feria: vinos clásicos de bodegas de renombre, novedades que todavía no han salido al mercado y por supuesto nuevos vinos de bodegas menos conocidas, que para nosotros han sido una auténtica sorpresa. La feria se dividía en tres grandes espacios:
Enobar. Aquí podíamos encontrar todos los vinos de la feria, donde podíamos catar de forma libre cualquiera de las más de 170 referencias de diferentes bodegas y denominaciones, a su temperatura adecuada y con una ficha explicativa donde podíamos ver todas las características de los vinos.
Expobodegas. No sólo encontramos bodegas, sino también stands con promociones de diferentes ciudades y regiones de España y de fuera: Lanzarote, Mallorca, Cataluña, Valencia… Aquí podíamos catar diferentes vinos de la bodega, así como productos de la región: quesos, jamón… Realmente era tal la cantidad de opciones que con tres días nos quedamos muy cortos. Alilian Bodegas y Viñedos, Cinema Wines, Félix Callejo, Inkordia Wines, Javier Sanz Viticultor y Orowines entre otros nos hicieron deleitar las delicias de sus vinos. Además habia dos espacios reservados a dos grandes bebidas de la tierra: El Vermú y la Sidriña!
Centro del Vino. Aquí es donde se celebraron catas más especializadas, con la presentación de diferentes bodegas y sus vinos, nuevos añadas y vinos históricos. Estuvimos presentes en la cata de Ramón Bilbao, Izadi, Bodegas Miguel Torres y Pesquera. La verdad es que fueron impresionantes! Pero hubo catas armonizadas con los vinos de DO Catalunya, un cata de degustación de garnachas y Makro y Freixenet en sus stands realizaron catas interactivas. Simplemente increíble.
Y todo se cerro con un concepto nuevo de cata, SpeedTasting: una forma original de catar donde los bodegueros tenían apenas 7 – 10 minutos para presentar sus vinos ante un grupo de blogueros y periodistas, mientras estos interactuaban en las redes sociales mostrando lo que sucedía en directo. Algo muy novedoso que esperemos que se repita el año que viene.
Y así cerramos nuestra visita a Enofusión, una feria increíble con todo un mundo de sensaciones y experiencias a la que cualquier apasionado del vino debería acudir. Hasta la próxima edición!
