Tras catar Románico teníamos muchísimas ganas de probar su hermano mayor, Almirez, y no sólo no nos ha defraudado, sino que nos ha vuelto a sorprender. Desde el momento en el que lo decantamos nos atrapo, con un color rojo picota intenso, brillante, limpio y exquisito, impropio de un vino con crianza, pasando por todo un abanico de aromas frutales que nos invaden hasta su entrada en boca, directo, fresco, con paso amplio y amable, con cuerpo y gran posgusto. Otro gran vino de Marcos Eguren, fino y elegante, pero con la esencia de Toro.
Almirez es el resultado de una forma de trabajo, una elaboración muy cuidada donde cada proceso se realiza con calma y paciencia necesaria, dando como resultado vinos finos, elegantes, pero con el cuerpo y esencia de Toro. Ya lo apreciamos en Románico, un vino directo, fresco, de gran intensidad aromática y muy goloso en boca. Almirez continua con esa esencia, pero con un punto más de intensidad. Los hermanos Eguren vuelven a realizar un gran trabajo con este vino y gracias a ello Teso la Monja ya se sitúa entre las grandes bodegas de Toro.
El vino procede de viñedos con edades que oscilan entre los 15 y los 65 años, donde se respeta al máximo el medio ambiente tratando de intervenir lo menos posible. La vendimia es totalmente manual, con un doble selección de la uva en el campo y en la mesa. Posteriormente se procede al pisado y fermentación con remontados durante 8 días, pasando a la maceración con sus propios hollejos y finalizando con fermentación maloláctica en barrica de roble francés, con una crianza de 14 meses en barricas nuevas de roble francés (30%) y barricas de vino (70%)
A la vista, es un vino que nos encanto, con un color rojo picota intenso, de capa alta, con ribetes de color morado, y lagrima intensa. En nariz, en parada nos invade la fruta roja del bosque (frambuesas, ciruelas, cerezas) y al agitar la copa aparece notas especiadas, con notas de cacao y tostados. Gran intensidad aromática que te atrapa, te invade.
Y en boca es espectacular, una delicia. Directo, fresco, goloso, amplio en boca, potente pero elegante a la vez, largo recorrido y un final agradable, donde la fruta es la auténtica protagonista pero que está perfectamente integrada con la madera, en un perfecto equilibrio, gran acidez. Es un vino muy sabroso pero intenso, cremoso, con un paso en boca fino, lleno de matices, donde apreciamos algo de especias y notas licorosas. Un vino muy bien elaborado. En esta ocasión maridamos el vino con un lomo de choto acompañado de patatas y pimientos de padrón y el resultado fue excelente. Carnes rojas, guisos, estofados, platos de cuchara, quesoa de intensidad media alta serían perfectos para acompañar a este gran vino.
En conclusión, Marcos Eguren lo ha vuelto a hacer y ha elaborado una magnífico vino que desde el momento en el que lo servimos te atrae con un color vivo y brillante, donde los aromas afrutados y especiados son un anticipo a la golosidad y elegancia que muestra en boca, sin perder la esencia de los vinos de Toro. Gran vino de Teso la Monja, gran vino de Marcos Eguren y su equipo, gran vino de Toro.
