La presentación de los vinos con Denominación de Origén de Méntrida nos abrió los ojos, descubriendo todo un mundo que nos dejo con la boca abierta. Y uno de los que más nos sorpredió fue Almavid, tanto el roble como el crianza. Alberto López, enólogo y propietario de la bodega, trabaja la tierra y sus viñedos de forma muy cuidadosa, dando como resultado una garnacha espectacular, que en el joven de la bodega da como resultado un vino muy fresco y afrutado, con paso firme y jovial, con un final largo que invita a beber. Gran vino de una pequeña bodega que dará mucho que hablar.

IMAG4795

La bodega López Campos remonta sus orígenes a 1919, cuando el abuelo de Alberto plantó la primera viña, elaborando los vinos de manera tradicional. Ahora su nieto recoge el testigo, tratando de realizar vinos con la mínima intervención posible. El objetivo final es elaborar vinos 100% ecológicos, tratando que Almavid sea el fiel reflejo y esencia de la tierra de la cual proviene, como su propio nombre indica, el alma de la viña y del terruño. Y lo consigue de forma sobresaliente.

La finca se ubica en Valmojado, en la provincia de Toledo, a una altura de 650 metros y con un clima continental, influenciado por la Sierra de Gredos. Con un suelo arenoso muy pobre en calcio y de gran profundidad, la garnacha proviene de viñas con más 40 años. La vendimia es totalmente manual y se realiza en verde, con una selección de la uva en el campo. Posteriomente se procede al despalillado y estrujado, con fermentación en depósitos de acero inoxidable, dando paso a la fermentación maloláctica y su crianza en barricas nuevas de 225 litros de roble francés (Quercus Petrea) durante tres meses. Su producción es muy limitada, sólo 4.000 botellas!

Almavid Bodega López Campos Do Méntrida

A la vista destaca su color rojo cereza, de capa media, muy limpio y brillante. En nariz nos embriaga su aroma a frutos rojos del bosque (frambuesa, cereza, grosella), con pequeñas notas especiadas y una ligera presencia de madera, pero de forma muy sutil.

En boca es un vino muy sabroso y goloso, de cuerpo medio, donde la fruta es la gran protagonista, con un paso en boca fresco y agradable, fluyendo de forma natural y espontánea a lo largo de todo su recorrido, dejando un final largo y algo más intenso, donde más notamos la presencia de la madera. En esta ocasión maridamos el vino con un queso brie y el Bavaria Blu y la verdad es que nos encanto el maridaje. Pero combinaría perfectamente con carnes blancas, arroces suaves, ensaladas, quesos suaves o de intensidad media, pero se puede tomar con apertivos e incluso sólo.

Almavid Bodega López Campos Do Méntrida

En conclusión, estamos ante un vino que nos muestra el terruño, la garnacha, el trabajo de campo, que conecta de forma natural e invita a beber y a seguir disfrutando de su compañía, cómo alguien que acabas de conocer y encaja contigo a la perfección, con una chispa y frescura que nos atrapa desde el primer momento. Nos ha encantado el vino y su RCP es espectacular. Sin ninguna duda, no podéis desaprovechar la oportunidad de probarlo.

Almavid Roble 2014 Do Méntrida